a la deriva se encuentra
y el océano es como charco que se refleja
y el barco se mece al viento de la mañana
el vidrio ahoga las voces que lo llaman
y sus tripulantes abandonados están
mientras desaparecen en ese tiempo perdido
no es culpa de nadie
pero nadie nada hace
para salvar al barco
ahora es tiempo de volver
del recreo al aula
donde el barco se habrá de mecer en una silla
y las palabras se ahogaran
y el tiempo quedará perdido
en un océano de charcos.